Calidad de vida

En busca de más áreas verdes para Santiago


La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un mínimo de 9m2 de áreas verdes por persona. La realidad es que en Chile, los santiaguinos apenas gozan de 3.2m2 de vegetación. ¿Qué hacemos? La inversión del mercado mobiliario en zonas de renovación urbana podría motivar la construcción de estos espacios. 



Desafortunadamente el crecimiento urbano demográfico es una de las principales causas de la falta de vegetación en ciudades como Santiago. Dadas las características geográficas de nuestra capital, la contaminación atmosférica se ve favorecida por los cordones cordilleranos que la rodean, lo que genera un escenario poco auspicioso para la calidad de vida de los habitantes de nuestra urbe.

Es así como la escasez de áreas verdes, ha ido adquiriendo cada vez más espacio en las discusiones medio ambientales ya que está comprobado que la falta de estas zonas con vegetación van en directo detrimento de la estabilidad social y económica de una ciudad como Santiago. Así lo corrobora el Ingeniero constructor y especialista en urbanismo de la U. Andrés Bello, Andrés Vargas, quien desarrolla un estudio sobre este tema.

“Las áreas verdes como espacio público, cumplen un rol estético para las vías y conjuntos habitacionales, generando plusvalía a las inversiones inmobiliarias. A la vez, tienen una función ecológica, que sumada a la generación de espacios de ocio y encuentro social, presentan una oportunidad para incrementar el valor a viviendas situadas en entornos subvalorados, bajo criterios de ecología, diseño y sustentabilidad urbana”, explica Vargas.

Espacios verdes

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda 9 m2 por habitante y un diseño de ciudad que incorpore una red de espacios verdes accesibles a 15 minutos a pie desde las viviendas. En la Región Metropolitana, en cambio, el promedio resultante de áreas verdes, proviene del marcado déficit de las comunas pericentrales: 3,2 m2 implementados de zonas con vegetación reales por habitante.

Existe una relación directa con la condición socioeconómica desfavorable de la comuna en déficit y su mantenimiento a cuenta del presupuesto municipal. Por ello, la condición verde de la ciudad esta mayormente representada en las comunas de alta renta, en consecuencia, municipios el de Vitacura concentra aproximadamente un 16% de las áreas verdes de Área Metropolitana de Santiago. 
 
El especialista plantea en el estudio, cuyo primer avance fue presentado en Hong Kong, en el marco del 16th Annual Internacional Sustainable Development Research Conference  junto al académico Waldo Montecinos, que al considerar sólo el estándar de la OMS, el déficit es mayor al evidente. Por ejemplo, al analizar el caso de Santiago Centro, el parámetro se cumple aparentemente y en promedio, al tener 11.7 [m2/hab] de áreas verdes con mantenimiento. Sin embargo, ese indicador es producto de las 76,7 hectáreas proporcionadas por el Parque O´Higgins que sólo influencian al entorno inmediato ubicado a 15 minutos accesibles a pie.

Estas estadísticas, además, indica el ingeniero son poco representativas. En comunas como Providencia, reconocidas por su alto nivel de arborización y calidad de vida, sólo se registra un promedio de 5.9 [m2/hab]. Esto se debe, a que Providencia mitigó su déficit de áreas verdes, en función de la arborización de sus calles, la cual no es contabilizada como zonas con vegetación.

Jimena Araya Olavarría
jimenaaraya@unab.cl
Publicado el 22 Junio 2010 por Jimena Araya, Vitrina Ambiental - Universidad Andres Bello
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Proyectos privados
Andrés Vargas comenta que existe la necesidad de que los grandes proyectos públicos, en base a parque urbanos, puedan ser vista como una oportunidad para los privados: “La solución al estándar de áreas verdes puede tomar relevancia para el mercado inmobiliario, si representa un atractivo para el consumidor de proyectos que contemplen dicho atributo. Esto podría subir el valor comercial de la vivienda y una estrategia de renovación urbana de los sectores deteriorados”, sostiene.
La renovación normativa relacionada con las áreas verdes, en las comunas pertenecientes al proyecto Anillo Interior de Santiago, sería una buena oportunidad para enverdecer la capital. Esta propuesta pública pretende recuperar los sectores centrales deprimidos u obsoletos de la metrópoli, incorporando a actores públicos, privados y académico. Es decir, potenciar nuevos polos de desarrollo urbano en zonas que recorren la Av. Vicuña Mackenna, la ribera del Zanjón de la Aguada, el eje Exposición-Matucana y el borde del río Mapocho.
Grandes pulmones verdes de Santiago como el Parque Forestal y el Parque Bustamante, han generado plusvalías en sus entornos, pero estos nunca han sido replicados como estrategia, advierte el ingeniero de Unab. Por lo mismo, proyectos como la Ciudad Bicentenario (50 hectáreas), tiene como objetivo la provisión de áreas verdes. No obstante, parte del déficit de Santiago puede ser enfrentado mediante estrategias público privadas que generen áreas verdes dispersas en cada nuevo proyecto, creando secuencialmente en el tiempo parques lineales, entregando a los habitantes de la comuna todos los beneficios proporcionados por la cercanía y abundancias de vegetación. “Esto es una herramienta clave en los conceptos matrices de la sustentabilidad”, concluye Andrés Vargas.

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